Tendo a absurda e repulsiva decisão do Judiciário paulista trazido à baila o tema massacre, decidi repostar a extraordinária Cantata Santa Maria de Iquique, agora com o vídeo de uma apresentação do Quilapayún em junho de 2016, no Teatro Municipal de Valparaíso.
Já o Angel Parra me decepcionou, mas não por culpa dele. Como só tomei conhecimento do seu dilacerante disco de 1976, Angel Parra de Chile (ouça-o aqui) quando a Copacabana o lançou uns cinco anos depois, fiquei com a imagem dele como um homem sofredor e amargurado.
Aí ele veio ao Brasil e eu o conheci numa festa. Brincalhão, pândego, dava em cima de todas as meninas. Perguntei-lhe sobre seu disco do exílio e ele respondeu que eram águas passadas, não adiantava ficar remoendo aquelas tragédas para sempre. No momento, fiquei chocado. Depois, refletindo melhor, dei-lhe razão.
el hambre de piedra seca
Tenemos razones puras,
La tierra será de todos,
Entre o massacre de mineiros desempregados e suas famílias por parte do exército chileno em dezembro de 1907 e o de prisioneiros da Casa de Detenção por parte da Polícia Militar paulista em outubro de 1992, a diferença não está só no número de vítimas (cerca de 3.600 lá e exatos 111 aqui), mas, claro, na qualidade das vítimas como seres humanos, dignos trabalhadores x anjos caídos que a miséria e a marginalização social tangeram à bestialidade. Ainda assim, nada justifica que, em pleno cativeiro, sob a guarda do Estado, tenham sido simplesmente exterminados!
E há, também, semelhanças significativas, como as características extremamente chocantes e a total inutilidade de ambos os massacres, que parecem ter ocorrido, como diz um dos temas da cantata, "porque había que matar".
Composta por Luis Advis no final de 1969, ela correu mundo, na primorosa interpretação do conjunto Quilapayún., tendo sido uma das culminâncias da Nueva Canción Chilena – movimento musical inspirado por Violeta Parra, que aglutinou artistas como Víctor Jara, Patricio Manns, Isabel Parra, Ángel Parra, Osvaldo Gitano Rodríguez, Tito Fernández e os grupos Inti-Illimani, Illapu e Cuncumén, além do próprio Quilapayún.
Lançado na segunda metade da década de 1960, durou até o pinochetazo de setembro de 1973. Tinha como características básicas a opção pelas raízes musicais chilenas e o engajamento político.
Lembro-me da emoção com que a ouvi pela primeira vez, em meados dos '70, na rádio Cultura FM. Não parei mais de tocar a gravação meio tosca que fiz em fita cassete, ligeiro no gatilho, ao perceber do que se tratava pela introdução do locutor.
Lembro-me da emoção com que a ouvi pela primeira vez, em meados dos '70, na rádio Cultura FM. Não parei mais de tocar a gravação meio tosca que fiz em fita cassete, ligeiro no gatilho, ao perceber do que se tratava pela introdução do locutor.
No início dos '80, quando a nossa ditadura entrava na fase de despotismo esclarecido, a gravadora Copacabana pôde, finalmente, lançar as principais obras dessa corrente, inclusive a cantata. Foi um prato cheio para mim, que simpatizara muito com o governo de Allende, horrorizara-me com o golpe sanguinário de Pinochet e tinha (tenho) um bom amigo chileno, que me contava mil detalhes sobre os artistas e a política do seu país.
Victor Jara sempre me pareceu o Geraldo Vandré chileno, seja pelo estilo das composições, pela empostação de voz que nos deixava uma impressão de total sinceridade, e também pelo fim trágico de ambos (um morto fisicamente, o outro espiritualmente).
Já o Angel Parra me decepcionou, mas não por culpa dele. Como só tomei conhecimento do seu dilacerante disco de 1976, Angel Parra de Chile (ouça-o aqui) quando a Copacabana o lançou uns cinco anos depois, fiquei com a imagem dele como um homem sofredor e amargurado.
Aí ele veio ao Brasil e eu o conheci numa festa. Brincalhão, pândego, dava em cima de todas as meninas. Perguntei-lhe sobre seu disco do exílio e ele respondeu que eram águas passadas, não adiantava ficar remoendo aquelas tragédas para sempre. No momento, fiquei chocado. Depois, refletindo melhor, dei-lhe razão.
Eis o vídeo e a letra integral da Cantata Santa Maria de Iquique.
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1. Pregão: Señoras y señores
Señoras y señores,
venimos a contar,
aquello que la historia
no quiere recordar.
fue Iquique la ciudad,
1907 marco fatalidad,
aya al pampino pobre
mataron por matar,
aya al pampino pobre
mataron por matar.
Seremos los hablantes,
diremos la verdad,
verdad que es muerte amarga
de obreros del salar.
Recuerden nuestra historia
de duelo sin perdón,
por mas que el tiempo pase
no hay nunca que olvidar.
Ahora les pedimos que pongan atención,
ahora les pedimos que pongan atención.
2. Prelúdio instrumental
3. Relato: Si contemplan la pampa y sus rincones
Si contemplan la pampa y sus rincones verán las sequedades del silencio, el suelo sin milagro y oficinas vacías como el último desierto. Y si observan la pampa y la imaginan en tiempos de la industria del salitre, verán a la mujer y al figón mustio, al obrero sin cara, al niño triste. También verán la choza mortecina, la vela que alumbraba su carencia, algunas calaminas por paredes y por lecho los sacos y la tierra. También verán castigos humillantes, un cepo en que fijaban al obrero por días y por días contra el sol, no importa si al final se iba muriendo. La culpa del obrero muchas veces era el dolor ambiguo que mostraba rebelión impotente, una insolencia! La ley del patrón rico es ley sagrada. También verán el pago que les daban; dinero no veían, solo fichas, una por cada día trabajado y aquella era cambiada por comida. Cuidado con comprar en otras partes! De ninguna manera se podía, aunque las cosas fuesen mas baratas; lo había prohibido la oficina. El poder comprador de aquella ficha había ido cambiando con el tiempo, pero el mismo jornal seguían pagando. Ni por nada del mundo un aumento! Si contemplan la pampa y sus rincones, verán las sequedades del silencio. Y si observan la pampa como fuera, sentirán destrozados los lamentos.
4. Canção: El sol en desierto grande
El sol en desierto grande
y la sal que nos quemaba,
el frió en las soledades,
camanchaca y noche larga,
la vida de muerte lenta
y la lagrima soldada,
las casas desposeídas
las casas desposeídas
y el obrero que esperaba,
al sueño que era el olvido,
solo espina postergaba,
el viento en la pampa inmensa
nunca mas se terminara,
dureza de sequedades,
para siempre sequedades,
salitre lluvia bendita,
se volvía la palpada,
la pampa pan de los días,
cementerio y tierra amarga.
Seguía pasando el tiempo
y seguía historia mala
de sequedades,
para siempre, sequedades,
El sol en desierto grande
y la sal que nos quemaba,
el frió en las soledades,
camanchaca y noche larga,
el hambre de piedra seca
y quejidos que escuchaban,
la vida de muerte lenta
y la lagrima soldada.
5. Interlúdio instrumental
6. Relato: Se había acumulado mucho daño
Se había acumulado mucho daño, mucha pobreza, muchas injusticias. Ya no podían mas y las palabras tuvieron que pedir lo que pedían. A fines de 1907 se gestaba la huelga en San Lorenzo y, al mismo tiempo, todos escuchaban un grito que volaba en el desierto. De una a otra oficina, como ráfagas, se oían las protestas del obrero. De una a ora oficina los señores, el rostro indiferente o el desprecio. Que les puede importar la rebeldía de los desposeídos, de los parias? Ya pronto volverán arrepentidos; el hambre los traerá, cabeza agacha. Que hacer entonces, si nadie escucha? Hermano con hermano preguntaban. Es justo lo pedido y es tan poco. Tendremos que perder las esperanzas? Así, con el amor y el sufrimiento, se fueron aunando voluntades. En un solo lugar comprenderían: habia que bajar al puerto grande.
7. Canción: Vamos mujer
Vamos mujer, partamos a la ciudad.
Vamos mujer, partamos a la ciudad.
Todo será distinto, no hay que dudar.
No hay que dudar, ya vas a ver,
porque en Iquique todos van a entender.
ponte al niñito en brazos no llorara.
No llorara, confía, va a sonreír.
Le cantaras un canto, se va a dormir.
Que es lo que pasa? Dime, no calles mas.
Largo camino tienes que recorrer,
atravesando cerros, vamos mujer.
Vamos mujer, confía, que hay que llegar,
en la ciudad podremos ver todo el mar.
Dicen que Iquique es grande como un salar,
que hay muchas casas lindas, te gustaran.
Te gustaran, confía, como que hay Dios.
Haya en el puerto todo va a ser mejor.
Que es lo que pasa? Dime, no calles mas.
Vamos mujer, partamos a la ciudad.
Todo será distinto, no hay que dudar.
No hay que dudar, ya vas a ver,
porque en Iquique todos van a entender.
8. Interlúdio instrumental
9. Relato: Del quince al veintiuno
Del 15 al 21 mes de diciembre se hizo el largo viaje por las pendientes. 26.000 bajaron, o tal vez mas, silencios gastados en el salar. Iban bajando ansiosos. Iban llegando los miles de la pampa, los postergados. No mendigaban nada, solo querían respuesta a lo pedido, respuesta limpia. Algunos en Iquique los comprendieron y se unieron a ellos: eran los gremios. Y solidarizaron los carpinteros, los de la maestranza, los carreteros, los pintores y sastres, los jornaleros, lancheros y albañiles, los panaderos, gasfiteros y abasto los cargadores. Gremios de apoyo justo, de gente pobre. Los señores de Iquique tenían miedo. Era mucho pedir ver tanto obrero! El pampino no era hombre cabal, podía ser ladrón, asesinar. Mientras tanto las casas eran cerradas, miraban solamente tras las ventanas. El comercio cerro también sus puertas. Había que cuidarse de tanta bestia! Mejor que los juntaran en algún sitio, si andaban por las calles era un peligro.
10. Interlúdio cantado: se han unido com nosotros
Se han unido con nosotros
compañeros de esperanza
no nos quieren dar la cara.
Hasta Iquique nos hemos venido,
pero Iquique nos ve como extraños,
nos comprenden algunos amigos
y los otros nos quitan la mano.
Se han unido con nosotros
compañeros de esperanza
y los otros, los mas ricos,
no nos quieren dar la cara,
no nos quieren dar la cara.
11. Relato: El sitio al que los llevaban
El sitio al que los llevaban era una escuela vacía y la escuela se llamaba Santa Maria. Dejaron a los obreros, les dijero con sonrisa que esperarán solo unos días. Los hombres se confiaron, no les faltaba paciencia, ya que habían esperado la vida entera. 7 días esperaron, pero que infierno se vuelven cuando el pan se esta jugando con la muerte! Obrero siempre es peligro, precaverse es necesario. Así, el estado de sitio fue declarado. El aire trajo un anuncio, se oía tambor ausente. Era el día 21 de diciembre.
12. Canção: Soy obrero pampino y soy
Soy obre, soy obrero pampino y soy
tan revie, tan reviejo como el que mas
y comien y comienza a cantar mi voz
con temo, con temores de algo fatal.
Lo que sien,lo que siento en esta ocasión,
lo tendré, lo tendré que comunicar,
algo tri, algo triste va a suceder,
algo horri, algo horrible nos pasara.
solo tie, solo tierra cascada y sal,
tierra amar, tierra amarga de mi dolor,
roca tris, roca triste de sequedad.
Ya no sien, ya no siento mas que mudez
y agoni y agonía de soledad,
solo rui, solo ruinas de ingratitud
y recue, y recuerdos que hacen llorar.
En la vi, en la vida no hay que temer,
lo aprendí, lo aprendido ya con la edad,
pero aden, pero adentro siento un clamor
y que aho, y que ahora me hacen temblar.
Es la mue, es la muerte que surgirá,
galopan, galopando en la oscuridad,
por el mar, por el mar aparecerá,
ya soy vie, ya soy viejo y se que vendrá.
13. Interlúdio instrumental
14. Relato: Nadie diga palabra que llegará
Nadie diga palabra, que llegara un noble militar, un general! El sabrá como hablarles, con el cuidado que trata el caballero a sus lacayos. El general ya llega con mucho boato y muy bien precavido con sus soldados. Las ametralladoras están dispuestas y estratégicamente rodean la escuela. Desde el balcón, les habla con dignidad. Esto es lo que les dice el general: que no sirve de nada tanta comedia; que dejen de inventar tanta miseria; que no entienden deberes, son ignorantes; que perturban el orden, son maleantes; que están contra el país, son traidores; que roban a la patria, son ladrones; que han violado a mujeres, son indignos; que han matado a soldados, son asesinos. Que es mejor que se vayan sin protestar, que aunque pidan y pidan, nada obtendrán. Vayan saliendo entonces de ese lugar, que, si no acatan ordenes, lo sentirán! Desde la escuela, el rucio, obrero ardiente, responde sin vacilar, con voz valiente: "Usted, señor general, no nos entiende. Seguiremos esperando, así nos cueste. Ya no somos animales, ya no rebaños. Levantaremos la mano, el puño en alto, vamos a dar nuevas fuerzas con nuestro ejemplo y el futuro lo sabrá, se lo prometo. Y si quiere amenazar, aquí estoy yo. Dispárele a este obrero al corazón!" El general, que lo escucha, no ha vacilado: con rabia y gesto altanero, le ha disparado. Y el primer disparo es orden para matanza y así comienza el infierno con las descargas.
3.600 mataron, uno tras otro.
La escuela Santa Maria vio sangre obrera,
la sangre que conocía solo miseria.
Serian 3.600 ensordecidos
y fueron 3.600 enmudecidos.
La escuela Santa Maria fue el exterminio
de vida que se moría solo alaridos,
3.600 miradas que se apagaron,
3.600 obreros ¡asesinados!
Un niño juega en la escuela Santa Maria,
si juega a buscar tesoros ¡que encontraría!
16. Canção: A los hombres de la pampa
A los hombres de la pampa, que quisieron protestar,
los mataron como perros, porque había que matar.
No hay que ser pobre, amigo, es peligroso.
Ser pobre amigo, es peligroso.
No hay ni que hablar, amigo, es peligroso.
No hay ni que hablar, amigo, es peligroso.
Las mujeres de la pampa se pusieron a llorar
y también las matarían, porque había que matar.
No hay que ser pobre, amiga, es peligroso.
Ser pobre amiga, es peligroso.
No hay que llorar, amiga, es peligroso.
No hay que llorar, amiga, es peligroso.
Y a los niños de la pampa, que miraban, nada mas.
También a ellos los mataron, porque había que matar.
No hay que ser pobre, hijito, es peligroso.
Ser pobre, hijito, es peligroso.
No hay ni que nacer, hijito, es peligroso.
No hay ni que nacer, hijito, es peligroso.
Donde están los asesinos, que mataron por matar?
Lo juramos por la tierra, los tendremos que encontrar!
Lo juramos por la vida, los tendremos que encontrar!
Lo juramos por la muerte, los tendremos que encontrar!
Lo juramos, compañeros, ese día llegara!
17. Pregão: Señoras y señores
Señoras y señores, aquí termina
la historia de la escuela Santa Maria.
E ahora, con respeto, les pediría
que escuchen la canción de despedida.
18. Canção final: Ustedes que ya escucharon
Ustedes que ya escucharon
la historia que se contó,
no sigan allí sentados,
pensando que ya paso.
No basta solo el recuerdo,
el canto no bastara.
No basta solo el lamento,
miremos la realidad.
Quizás mañana o pasado
o bien en un tiempo,
la historia que han escuchado
de nuevo sucederá.
mil cosas pueden pasar
si es que no nos preparamos,
resueltos para luchar.
Tenemos razones puras,
tenemos porque pelear,
tenemos las manos duras,
tenemos porque ganar.
Unámonos como hermanos,
que nadie nos vencerá.
Si quieren esclavizarnos,
jamás lo podrán lograr!
La tierra será de todos,
también será nuestro el mar,
justicia habrá para todos
y habrá también libertad.
Luchemos por los derechos
que todos deben tener.
Luchemos por lo que es nuestro,
que nadie vas a ceder.
No hay que ser pobre, amigo, es peligroso.
Ser pobre, amigo, es peligroso.
No hay ni que hablar, amigo, es peligroso.
Hablar, amigo, es peligroso.
Unámonos como hermanos,
que nadie nos vencerá.
Si quieren esclavizarnos,
jamás lo podrán lograr!
La tierra será de todos,
también será nuestro el mar,
justicia habrá para todos
y habrá también libertad.
Luchemos por los derechos
que todos deben tener,
luchemos por lo que es nuestro,
que nadie vas a de ser.
Unámonos como hermanos,
que nadie nos vencerá.
Si quieren esclavizarnos,
jamás lo podrán lograr!
La tierra será de todos,
también será nuestro el mar,
justicia habrá para todos
y habrá también libertad.
Luchemos por los derechos
que todos deben tener,
luchemos por lo que es nuestro,
que nadie vas a de ser.
Unámonos como hermanos,
que nadie nos vencerá.
Si quieren esclavizarnos,
jamás lo podrán lograr!
Si quieren esclavizarnos,
jamás lo podrán lograr!
si quieren esclavizarnos,
jamás lo podrán lograr!
2 comentários:
Caro Celso, pode-se questionar o excesso no "conflito " do Carandiru. Apesar de que presos jogavam sangue com Aids nos policiais, cacos de vidro, foram encontradas armas de fogo com os marginais etc. Na hora de tomar decisões existem infinitos especialistas. Mas se não houvesse intervenção muito provavelmente haveria conflito entre os presos o número passaria de 500. Mas vamos admitir o excesso, agora chamar os marginais de "anjos caídos que a miséria e a marginalização social tangeram à bestialidade" aí é uma retórica que não cola. Então todos teriam direito de assaltar e matar, oque não ocorre . Desculpe mas é pegar pesado demais. Abraço.
Prezado William,
os estiletes embebidos em sangue de aidéticos têm tudo para serem falsidades inventadas para atenuar o impacto da carnificina; não esqueça que a PM paulista sempre foi useira e vezeira para maquilar assassinatos em "morte ao resistir à prisão", já foi até condenada pela ONU por isto. Armas que não matam ninguém são espingardas de chumbinho. O que eu relatei, ouvi dos oficiais da PM que faziam a guarda do Palácio dos Bandeirantes e dos que vieram falar conosco porque estavam sob ataque da mídia. Eles admitiram o descontrole e disseram que acabariam baleados também se tentassem impedir.
"Anjos caídos" é uma expressão que tem tudo a ver, os seres humanos nascem bons e são as circunstâncias de vida que moldam sua personalidade noutra direção. Mas, eu não afirmei em lugar nenhum que, uma vez tornados bestas-feras, devam ser desculpados. O xis da questão é que, por piores que fossem, estavam sob a custódia do Estado e, como não foram condenados à pena de morte, jamais deveriam ser exterminados daquela maneira, a maioria com tiros pelas costas. Abs.
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